martes, 17 de junio de 2025

Epigenética

Un estudio reciente, publicado en Translational Psychiatry, describe un nuevo mecanismo de herencia transgeneracional, mostrando cómo los traumas tempranos pueden transmitirse a la siguiente generación a través de moléculas de ARN en los espermatozoides. ¡Vaya descubrimiento! Seguramente te surge el interrogante de saber cómo los traumas vividos pueden transmitirse a la descendencia, para poder explicarte estos procesos, es preciso que hablemos de epigenética. 

Etimológicamente, la palabra "epigenética" combina dos vocablos: "epi (que significa "sobre") y "genética" (en el campo de la biología, significa que estudia la herencia, es decir, cómo se transmiten las características de una generación a la siguiente). Así, cuando hablamos de epigenética, nos referimos a las alteraciones que ocurren sobre los genes, que modifican su funcionamiento sin alterar la secuencia subyacente del ADN.

Si aún no está claro, lo explicamos mejor. La epigenética considera la influencia del medio ambiente en la expresión de los genes (el fenotipo).  Poseemos un mecanismo que regula el funcionamiento de nuestros genes, activándolos o desactivándolos, a veces por influencia del medio ambiente y de forma natural, en las diferentes etapas del desarrollo.

Si aún no está claro, lo explicamos mejor. La epigenética considera la influencia del medio ambiente en la expresión de los genes (fenotipo). Esto incluye factores como la actividad física, la alimentación, la exposición a humos y contaminación, los traumas, el lugar donde se vive, el consumo de cigarrillo, alcohol o drogas (legales e ilegales), las horas de sueño, el tiempo frente a pantallas, y las emociones. Poseemos un mecanismo que regula el funcionamiento de nuestros genes, activándolos o desactivándolos, a veces por la influencia del medio ambiente y de forma natural, en las diferentes etapas del desarrollo.

Estas modificaciones en el funcionamiento del ADN, se deben, en ciertas ocasiones, a las vivencias o estilos de vida que llevamos a lo largo de la vida, desde el desarrollo embrionario hasta la adultez. Nuestros hábitos y experiencias, así como algunos factores ambientales, pueden iniciar procesos químicos que lleven cambios en el epigenoma. El epigenoma se refiere precisamente a estas modificaciones químicas en el ADN o las proteínas en las que este se organizan, o a fragmentos de ARN no codificante, que regulan la expresión génica sin alterar la secuencia del ADN en sí misma. Estas sustancias químicas se "imprimen" en los genes y alteran la forma en que la célula interpreta el ADN de dicho gen (proceso de transcripción), logrando que los genes puedan activarse o desactivarse de acuerdo con el medio en que vivimos y a los hábitos que tenemos. 

Es importante destacar que, en ocasiones, se ha observado un tipo de herencia que no se rige por la secuencia del ADNCiertas experiencias o estímulos ambientales pueden causar efectos en las generaciones posteriores, incluso si ya no están presentesEste tipo de herencia, denominada transgeneracional, se explica a través de los mecanismos epigenéticos, que implican señales sobre el ADN, sus proteínas asociadas, o fragmentos de ARN no codificante que regulan la expresión génica sin alterar la secuencia del ADN.

Continuando con nuestro ejemplo, los investigadores utilizaron un modelo de ratón al que se le indujo estrés traumático en las primeras etapas de vida. Este modelo produce diversos síntomas metabólicos y de comportamiento que se observan hasta en tres generaciones. Para investigar el papel del ARN en esta herencia, extrajeron el ARN del esperma de ratones traumatizados y lo introdujeron en ovocitos de hembras control, que fueron fecundados con machos control. Esto aseguró que cualquier efecto observado en la descendencia se debiera únicamente al ARN de los ratones estresados. Estos hallazgos sugieren que las alteraciones del ARN contribuyen a la transmisión de los efectos del trauma de padres a descendencia.

Tras este experimento, se considera de suma importancia el estudio de la epigenética, ya que podría ayudarnos a entender enfermedades como el cáncer, la diabetes y las cardiopatías, las cuales podrían explicarse por factores epigenéticos o sociales ( como la relación con otros). Las células son particularmente vulnerables a las modificaciones epigenéticas en períodos críticos como la pubertad, el embarazo, lo que facilita que estas modificaciones puedan ser heredables (de padres a hijos y hasta nietos).



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